El modelo de economía circular viene a sustituir el formato de economía lineal el cual se centra en coger, producir y desechar. Sin embargo, esta manera de producción está llegando a su límite. Por eso, la industria química está centrando todas sus apuestas en el nuevo modelo. Vamos a ver en qué consiste la economía circular y qué beneficios trae consigo.

Qué es la economía circular

Este nuevo concepto de economía es una alternativa muy atractiva para la sostenibilidad de las industrias. Su definición incluye, además, términos como los de regeneración y reparación de los diferentes recursos. De esta manera, la industria química se acerca al ansiado objetivo de eficiencia energética.

La economía circular consiste en un proceso de producción llevado a cabo por medio de energías renovables. De esta manera, el capital de recursos naturales se preserva sin alterar la calidad del sistema productivo.

Vivimos en un mundo en el que todos dependemos de nuestro entorno. ¿Qué pasará si la industria de nuestro país no cuida aquello con lo que trabaja? Pues que pronto no tendrá materia prima para seguir produciendo. Es decir, la economía circular apuesta por el modelo cíclico que de por sí se da en la propia naturaleza.

Características del modelo cíclico natural

La base de esta teoría consiste en la reducción de desechos en pro de la creación de nuevos recursos para producir. ¿Cómo se logra esto? Cambiando nuestra manera de pensar creyendo que lo que ya no sirve solamente se puede tirar.

Estas son algunas maneras de aplicar el modelo cíclico natural.

  • La fabricación de envases biodegradables.Así, la naturaleza los podrá utilizar para crear nuevas materias primas que sirvan como recursos para las industrias. De esta manera, ningún elemento es desperdiciado en todo el proceso.
  • El reciclado y nuevo uso de los metales polímeros. Esto se traduce en una nueva cultura de retorno y renovación en la que los materiales adquieren una segunda vida útil.
  • La creación de licencias de uso que comprometieran a los consumidores a la devolución de sus productos al fabricante para que este pudiese aprovechar sus diferentes partes técnicas.

En resumen, gracias a la economía circular se está estableciendo un modelo de prosperidad global a largo plazo. Es decir, estamos asegurando la supervivencia en nuestro propio planeta.

El futuro de la industria química

Este sector es uno de los que más residuos generan a nivel de desechos. Por este motivo, el futuro de esta industria de la cual dependen muchos otros subsectores pasa por la implantación de la economía circular.

Esta es la clave para que las industrias químicas se vuelvan mucho más competitivas por medio de la sostenibilidad de todos sus procesos. En este sentido, la innovación ha de estar también orientada hacia la reducción de desechos y a favor de la producción de nuevos recursos naturales que puedan seguir satisfaciendo las necesidades del sector.

En definitiva, para que la industria española logre generar cadenas de valor primero ha de implementar su tecnología para mejorar la eficiencia de los recursos y reducir su contaminación.