Aunque el proceso de reciclaje de los materiales y productos es bastante avanzado en la actualidad, necesita cambiar. Y evolucionar hacia un sistema en el que los residuos producto de este reciclaje sean inexistentes. O casi. En la actualidad, el proceso de reciclaje es bastante complicado, que dista mucho de ser homogéneo. Casi en cada país se lleva a cabo de manera distinta. Por lo tanto, lo primero es la puesta en marcha de un sistema eficaz y común que separe los residuos por componentes. Cristal por un lado, papel y cartón por otro, materia orgánica por otro, y plástico por otro.
En algunos países, como en España, este sistema ya está en marcha. Pero los productos que tienen más de un componente (y no son materia orgánica puramente), ofrecen dificultados. Y más los que no permiten separar con comodidad los que tengan de manera manual. En estos casos, es habitual que terminen en el cubo de reciclaje de su componente mayoritario, y la separación deba hacerse a mano en las plantas. Y hacerlo es importante, puesto que cada componente se recicla de una manera y su separación desde el inicio en distintos flujos de residuos permite agilizar el proceso.
Hacia un cambio en los procesos de fabricación
En la actualidad, la mayoría de productos desechables se reciclan para reutilizarlos. Pero las posibilidades de reciclaje de objetos, como los vasos de papel para llevar que tienen la parte superior de plástico y no se puede separar de ella, son menores por la complejidad que puede llegar a ofrecer su separación.
Hacerlo en la mayoría de plantas de reciclaje puede resultar complicado. Y aunque pueda hacerse de manera manual, las personas tienden a olvidarse. Simplemente, lo echarán a la papelera de reciclaje de papel o a la de plástico sin acordarse de separar sus componentes.
La solución es sencilla pero a la vez, compleja. Y pasa por un cambio de mentalidad en su fabricación. En efecto, en lugar de fabricar, por ejemplo, vasos de papel y plástico basado en petróleo, se pueden elaborar en su totalidad a partir de un único material, lo que elimina el proceso de separación previo a su reciclaje. También pueden elaborarse a partir de materiales compostables. Estos materiales son a su vez productos procedentes en muchos casos de materiales orgánicos reciclados previamente. Y cuando termina su vida útil, sencillamente, se descomponen con bastante rapidez.
Procesos de reciclaje más económicos
Extrapolando estos sistemas de fabricación a otros productos en los que el plástico está mezclado con otros componentes se evitan los problemas derivados. Pero también se consigue que el proceso de reciclaje sea más económico. Los objetos que estén fabricados a partir de material compostable no tendrán que afrontar un proceso de separación de componentes para poder pasar a ser reciclado. En su lugar, se descompondrán. Y se aprovecharán más otros componentes con una vida útil previa.
En cuanto a los productos fabricados con un solo material, se abarata su reciclaje. Esto se debe a que se elimina el paso de separación de productos para el envío de cada componente a su línea de reciclaje correspondiente. Los consumidores también los verán como más cómodos. Con ellos, no tendrán que ponerse a arrancar etiquetas ni separar tapones a la hora de desecharlos.