Dentro de poco, el 2018 habrá llegado a su ecuador. Y a la vista de la evolución del sector de la industria química y de su entorno, ya se pueden vislumbrar cuáles son las principales tendencias del sector para este año. Entre ellas, hay tres que claramente destacan sobre las demás. Y están relacionadas, en mayor o menor medida, con otras tendencias económicas. Pero también con la transformación digital y las cada vez más diluidas fronteras.
En cualquier caso, estas tendencias están destinadas a revolucionar muchas de las estrategias que la industria química tenía ante sí. Porque con lo que acarrean, al sector ya no le bastará con contar con clientes cercanos y fieles. Ni con poseer un buen nivel de propiedad intelectual. Será necesario que las tengan en cuenta para avanzar y seguir siendo competitivas.
Las tres principales tendencias que más van a afectar a la industria química durante 2018, y probablemente, también durante el próximo año, son tres. La aceleración de la globalización, la economía circular y la transformación digital.
Las tres tendencias de la industria química para este año
La globalización está provocando que tanto los centros de suministro, como los proveedores, cambien continuamente. También los clientes, que de un momento a otro pueden dejar de comprar productos a sus proveedores. Y la demanda de los países emergentes de productos químicos de todo tipo está aumentando vertiginosamente en los países emergentes. Esto último se debe fundamentalmente a la mejora del poder adquisitivo de una parte notable de su población. Además, también están entrando en juego nuevos mercados, tanto como consumidores como productores. Esto está llevando a la reducción de los ciclos de vida de los productos, entre otras cosas.
La economía circular está teniendo un fuerte impacto en la industria química. Por un lado, los materiales brutos clave para ella son cada vez más escasos. Por otro, muchos países están aprobando leyes pensadas para cuidar más el medioambiente. Y todo esto tiene, sin duda, un gran impacto en la industria química. Tanta, que la mayoría ya está apostando por el reciclaje de materiales. Y por la puesta en marcha de planes que reduzcan las emisiones de sus fábricas.
En cuanto a la transformación digital, está poniendo al alcance de la industria química muchos medios para avanzar en competitividad. También para poder tomar las riendas de la nueva situación del sector, a la vista de los cambios que se están produciendo en él. La adopción de los últimos avances tecnológicos ofrece a la industria química la posibilidad de conseguir niveles de conectividad, granularidad, y velocidad de acceso y proceso de datos sin precedentes hasta ahora. Para conseguirlo, no son pocas las compañías que están adoptando estrategias de movilidad, migrando a la nube o abrazando el machine learning, la Inteligencia Artificial, Blockchain o Internet de las Cosas. Sin duda, tecnologías que pueden erigirse en verdaderos motores para el cambio en el sector.
Estas tres tendencias son las que, si la industria química no está atenta, pueden provocar una tormenta perfecta en el sector. Pero, por otro lado, también pueden proporcionar a las empresas del sector todo lo necesario para seguir siendo competitivas.