La sostenibilidad dentro de la industria plástica es todo un reto de cara a los próximos años. Los efectos negativos del plástico están dejando un mundo en el que las empresas no quieren seguir participando. Así lo demuestran todas las medidas que se están empezando a tomar en contra de los efectos devastadores de los materiales plásticos.
No más pajitas de plástico para beber
España es el país europeo donde más pajitas de plástico para beber se usan. En total, 13 millones al día. Es decir, más de 5.000 millones de pajitas al año. Los efectos negativos del plástico están dejando huella en el paisaje. Nuestros ríos y mares están llenos de estos utensilios perjudicando, gravemente, el ecosistema marino.
Estas alarmantes cifras han puesto en alerta a las autoridades, quienes han propuesto prohibir su uso, así como el de otros elementos tales como los vasos y cubiertos de plástico. La Comisión Europea ha pedido a sus socios comunitarios una mayor concienciación en el uso del plástico que, según Bruselas, supone el 27% de la contaminación de las playas.
En España, la Comisión de Medio Ambiente del Congreso ha acordado realizar una serie de modificaciones legislativas. El objetivo no es otro que prohibir la comercialización de elementos plásticos de un solo uso, como las pajitas, a partir del año 2020.
Materiales alternativos al plástico
Cada vez son más las empresas que estudian medidas que supongan una alternativa a los efectos negativos del plástico. Un buen ejemplo de ello es Todarus. Una startup que se ha puesto manos a la obra para desarrollar materiales alternativos a la invasión plástica. Su misión no solamente es investigar, sino también fabricar cepillos de dientes, pajitas y botellas biodegradables hechas con materiales sostenibles.
Se trata de bioplásticos que no suponen un peligro para el medio ambiente. Es decir, podemos enterrar nuestro cepillo de dientes en el jardín y, con el paso del tiempo, se descompondrá sin dejar rastro.
Compromiso medioambiental contra los efectos negativos del plástico
Los supermercados se han unido a esta lucha en contra del plástico. Son varias las cadenas que han empezado a presentar alternativas a la venta de bolsas de plástico a sus clientes. A lo largo de lo que queda de 2018 y en 2019 se introducirán medidas que sellarán el compromiso medioambiental de los supermercados, tales como:
- El uso de bolsas de papel de origen sostenible.
- La utilización de bolsas de rafia de origen vegetal.
Asimismo, varios países alrededor del mundo están empezando a prohibir el uso de botellas de plástico. Este es el caso de la India, EE.UU, Australia y Canadá. Pioneros en el veto a los plásticos de un solo uso.
Todas estas medidas son un claro ejemplo de intencionalidad en contra de los efectos negativos del plástico. Un compromiso que, cada día, gana más adeptos concienciados de la importancia de la sostenibilidad de la industria plástica. ¿Su objetivo? Limpiar los mares y ríos de la contaminación de plásticos y proteger al mismo tiempo a toda la fauna marina.