Hace ya un tiempo que el plástico es visto con malos ojos por la gran cantidad de residuos que generemos, principalmente a causa del plástico de un solo uso. De hecho, el consumo del plástico en España supera los 3,5 millones de toneladas al año, de las cuales, 2,5 millones se convierten en residuos. Este año, la ONU quiere concienciar, con el Día Mundial del Medio Ambiente, sobre el grave problema de la contaminación por plásticos.
Sin embargo, la pandemia del Covid-19 también ha puesto en relieve la otra cara de la moneda: los grandes beneficios que puede tener este material como superficie aislante, como pantallas faciales para sanitarios, mamparas en las cajas de los comercios, y también productos desechables y envoltorios de alimentos que se han relanzado.
El plástico es, desde hace décadas, el material estrella del sector sanitario, gracias a sus propiedades que garantizan la higiene. No hablamos solamente de guantes, mascarillas o bolsas para jeringuillas, sino que los plásticos también están presentes en instrumentos hospitalarios como los respiradores automáticos.
Pero no solamente este material ha sido un gran aliado en el sector sanitario durante esta pandemia, sino también en el packaging de sectores como el alimentario, protegiendo y manteniendo los alimentos frescos, garantizando así la seguridad y calidad, y reduciendo el desperdicio alimentario; o el farmacéutico, permitiendo la distribución y dosificación eficiente de productos farmacéuticos vitales.
Aún así, está claro que el sector debe avanzar e innovar en nuevos materiales plásticos, principalmente aquellos de uno solo uso, que sean más sostenibles y no perjudiquen tanto el medio ambiente.
Hace unos pocos días el Consejo de Ministros ha dado luz verde al anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Una normativa que persigue dos objetivos: establecer medidas destinadas a proteger el medio ambiente y la salud humana, mediante la prevención y reducción de la generación de residuos; y prevenir y reducir el impacto de determinados productos plásticos en el medio ambiente. Unas medidas que, si bien buscan reducir el impacto de este material en el medio ambiente, también podrían provocar una pérdida del 40% del empleo directo en el sector, según cálculos de la Plataforma Española del Sector de los Plásticos.
Es por esto que tanto la industria de transformación del plástico como el sector del packaging tienen un importante reto por delante: innovar en nuevos materiales y modelos de negocio que permitan la supervivencia de las empresas y de los puestos de trabajo de los profesionales del sector, apostando por la economía circular y buscando nuevas soluciones en el ámbito de los plásticos reutilizables, reciclables y compostables. El futuro de este material pasa por una profunda transformación para desarrollar una industria más sostenible.