La industria química lleva ya bastantes años preocupada por la implantación de nuevas tecnologías y la digitalización. Aún así, la diferencia entre unas empresas y otras en función del tipo de tecnologías por las que apuestan es bastante notable. Y parece que estas diferencias se podrían incrementar más durante la próxima década si las empresas del sector no deciden apostar con fuerza por las nuevas tecnologías. Por ejemplo, por Internet de las Cosas Industrial (IIoT).
Esto se debe a que durante los próximos años, las condiciones en el sector van a ver cómo se agudizan todavía más las diferencias entre las empresas químicas que estén sacando partido a las nuevas tecnologías y las que no lo estén haciendo tanto. Esto va a llevar a las empresas a tener que considerar por qué áreas apostar para no quedarse atrás.
Las nuevas tecnologías, imprescindibles para solventar problemas futuros
Aparte de marcar la diferencia en cuando a resultados, las nuevas tecnologías van a ayudar a las empresas del sector químico. Sobre todo a solucionar no pocos de los desafíos que se le presentan en el futuro. Son problemas relacionados con la volatilidad de los precios del crudo. También con los cambios geográficos en la producción y la demanda. Y con las variaciones en las cadenas de montaje y suministro.
Hasta ahora, las empresas químicas han pasado ya bastante tiempo invirtiendo en automatización de operaciones y en control de procesos. Pero también en sensores, en Internet de las Cosas y en sistemas de datos. Pero lo han hecho con cierta desorganización.
Por tanto, la industria química ha de concentrarse en la digitalización. Y hacerlo de manera ordenada y planificada. Si apuestan por ella, y lo hacen bien, podrán mejorar el control de sus activos, así como su rendimiento. Por otro lado, cuando las empresas del sector vean cómo mejorar sus activos con datos y procesos de otros sistemas más tradicionales en combinación con la digitalización, podrán conseguir más oportunidades para jugar con ventaja en el sector.
Avanzar en digitalización, clave para destacar
Eso sí, para poder avanzar con más fuerza que su competencia, y sacar beneficio al potencial que la digitalización a gran escala les ofrece, la industria química necesita adoptar la digitalización a una escala mucho mayor que la actual. A corto plazo, debe hacerlo en absolutamente todos los procesos. Desde las plantas de fabricación de productos hasta la cadena de suministro. No en áreas aisladas, como sucede en muchos casos en la actualidad.
Por tanto, las empresas químicas deben actuar con rapidez, antes de que su competencia les saque ventaja, para transformar sus operaciones. Y hacerlo a todos los niveles. Pero para eso, primero deben deshacerse del cierto halo de conservadurismo que rodea al sector. Y avanzar en tecnología sin miedo. En la actualidad, las empresas que cuentan con una estrategia clara de digitalización a medio plazo son algo más de la mitad. Esto resulta preocupante. Todo en un sector que en cuando a digitalización está por detrás de otros como el de la construcción o la logística.