La sostenibilidad y el diseño de envases ya caminan juntos de la mano. Esto es gracias a la aparición de los bioplásticos. Un nuevo concepto de materia prima que se basa en el uso de fuentes renovables y poco contaminantes. De esta manera, el medio ambiente se ve protegido gracias a las nuevas tendencias para un packaging sostenible.
El objetivo del packaging sostenible
Cada vez son más las empresas e industrias que apuestan por llevar a cabo una política de producción y distribución más respetuosa con la naturaleza. En este sentido, se trata de reducir al máximo posible el uso de materiales contaminantes y no reutilizables.
En este nuevo concepto de packaging sostenible han cobrado un vital protagonismo los bioplásticos. Esta medida logra reducir de forma considerable el problema de los deshechos no renovables.
Una alternativa al plástico convencional
Por todos es sabido, que los plásticos son uno de los elementos más contaminantes que existen. En la actualidad, el 80% de la contaminación marina está protagonizada por plásticos. Esto significa que, cada año, 12 millones de toneladas de este material no biodegradable llegan hasta nuestros mares, destruyendo el hábitat de muchas especies que terminan por morir.
Para reducir la producción de este material tan dañino se han creado los bioplásticos: polímeros naturales conseguidos a partir de fuentes renovables y respetuosas con el medio ambiente. Un nuevo giro al sector del packaging industrial y comercial.
Tendencias para el packaging sostenible
El uso de bioplásticos para el diseño y la creación de envases es una de las tendencias más en alza hoy en día. En este sentido, también hemos de destacar otras alternativas especialmente sostenibles que utilizan los recursos naturales para el desarrollo de un nuevo packaging. Algunas de ellas son:
- Packaging con arena. Un material abundante y natural que ya ha sido utilizado para la creación de envases en consonancia con el respeto por el medio ambiente.
- Envases con corcho. Otra alternativa que ha sido muy bien recibida por los sectores más industriales. EStos han visto la posibilidad de desarrollar modelos de packaging en los que ya no son necesarios ni los tornillos ni el pegamento.
- Packaging con madera. Esta opción es, tal vez, la que menos nos sorprenda y a la que estamos más acostumbrados. Un buen ejemplo de ello son algunas marcas de gafas. Estas han apostado por el diseño de monturas y fundas fabricadas con madera eco-sostenible.
- Envases a partir de lana. Se trata de un proyecto español llevado a cabo por empresarios canarios. Su idea ha sido la de crear envases de lana cardada de oveja para embalar sus productos. Una alternativa ecológica y creativa que ha sido muy bien acogida por el público en general.
- Packaging con alimentos. Las ideas sostenibles para la creación de envases nos dejan ejemplos como los del packaging realizado con posos de café o con fécula de patata. Una forma de reciclar, así como de reducir la contaminación ambiental.
Vivimos en un mundo en el que, por fin, hemos empezado a ver que la creación de nuevos productos no tiene porqué significar la destrucción de nuestro entorno.