El reciclaje de todo tipo de materiales, no sólo de los plásticos, es una de las tendencias que marcarán el futuro a corto y medio plazo. Pero sobre todo, el relacionado con los plásticos. La reducción del consumo de bolsas de plástico de un solo uso aumenta a pasos agigantado. Esto se debe, sobre todo, a la imposición del cobro por ellas en todo tipo de establecimientos. Mientras, no pocas iniciativas intentan conseguir que muchos elementos fabricados a partir de plástico se puedan reciclar para utilizarlo de nuevo. De esta manera, se reducen los residuos. En la actualidad, la cantidad de plásticos que se reciclan es cada vez mayor. Normalmente, el proceso se lleva a cabo mediante reciclaje mecánico, pero hay otro sistema que puede no sólo optimizar este tipo de proceso, sino reducir los plásticos que mediante el otro sistema no pueden reciclarse: el reciclaje químico.
Este procedimiento, que todavía no está extendido, está llamado a ser uno de los mecanismos que consigan erradicar los residuos plásticos, especialmente el PET. Este plástico no consigue en la actualidad un porcentaje de reciclado tan elevado como otros tipos de plástico. Sólo en torno al 20% se recicla de nuevo. Por lo tanto, la cantidad de residuos procedentes de botellas que emplean este material es más elevado de lo que a la industria le gustaría.
El reciclaje químico ¿la solución para el reciclaje del PET?
Pero ¿en qué consiste el reciclaje químico? Pues ni más ni menos que en un sistema que devuelve los plásticos a sus componentes más básicos. Son los denominados monómeros. Acto seguido, los purifica para eliminar las impurezas que puedan tener. Por último, a partir de estos monómeros ya “limpios” produce de nuevo un polímero plástico. Este plástico puede utilizarse después para formar parte de no pocos objetos cotidianos. Incluso, de prendas de vestir o calzado.
Este sistema no sólo es capaz de reciclar componentes plásticos que también se pueden rescatar mediante reciclaje mecánico. También otros que no son aptos para reciclarse con dicho sistema. Como hemos comentado, es el caso de gran parte del plástico PET. Sobre todo, el que se ha de utilizar para la fabricación de envases de plástico reciclado para almacenar comida y bebida. A este PET se le denomina PET de grado alimenticio.
Para reciclar este tipo de PET, en la actualidad sólo se puede utilizar otros plásticos del mismo grado ya utilizados previamente. Pero claro, esto es lo que sucede si se emplea para su reciclaje el sistema mecánico. Con el químico se puede, básicamente, producir PET de grado alimenticio a partir de cualquier PET ya utilizado previamente y dispuesto para el reciclaje.
Así se eliminan los problemas del reciclado de este tipo de plástico con el sistema mecánico. El principal, que no daba como resultado PET de calidad óptima. Y también contribuye a que el reciclaje de PET sea más económico que en la actualidad. Si se implanta a gran escala, el plástico que no se puede reciclar sería algo del pasado.