La industria alimentaria se ve ante el reto de promover la seguridad alimentaria mediante la creación de envases que cumplan rigurosamente con la normativa vigente. La preocupación por la toxicidad de los materiales, así como el cuidado del medio ambiente se han convertido en verdaderos objetivos para una industria en la que la revolución 4.0 ya es toda una necesidad.
El futuro de los envases plásticos
Los avances y estudios en cuanto a nuevos materiales plásticos se refiere giran en torno a la creación de envases más seguros y menos tóxicos. De hecho, el plástico en sí mismo no es el problema más grave. Estamos ante una materia prima creado a partir de polímeros incapaces de llegar hasta los alimentos envasados debido al gran tamaño de sus moléculas.
¿Dónde radica entonces el peligro? La seguridad alimentaria de los envases plásticos pasa por la presencia de sustancias como el bisfenol A y los ftalatos. Estos compuestos añadidos al material plástico son un riesgo para la salud humana. Por este motivo, se sigue trabajando por diseñar envases cada vez más ecológicos y seguros para el consumo de alimentos.
¿Qué dice la legislación vigente?
La legislación alimentaria europea aprobada hace 10 años obliga a que todos los envases, materiales u objetos que vayan a estar en contacto con alimentos:
- Tengan ausencia de toxicidad.
- No modifiquen el olor o sabor de los alimentos.
A pesar de esta legislación marco, todavía existen envases que se alejan mucho de esta normativa. De hecho, algunas industrias no siguen las prácticas de fabricación segura reflejadas en el Reglamento (EC) 2023/2006.
Tipos de plásticos para la seguridad alimentaria
En cuanto a la producción de materiales plásticos vamos a hacer referencia a un listado según su grado de seguridad alimentaria:
- Tereftalato de Polietileno (PETE o PET). Este es uno de los plásticos más seguros que se utiliza hoy día en la industria alimentaria. Se utiliza, sobre todo, para envasar agua, refrescos y otro tipo de bebidas. Sin embargo, la seguridad de este material tiene un matiz. Se considera un plástico no peligroso para un solo uso. Es decir, estamos ante un envase que no debe ni calentarse ni reutilizarse.
- Polietileno de alta densidad HDPE. Este es otro de los plásticos más seguros. Además, permite su reutilización y rellenado. Se puede encontrar esta clase de material en los envases para leche, cajas de cereales, yogures, etc. Su riesgo de filtrado hacia los alimentos es bajo.
- Vinilo o PVC. Este es uno de los materiales que debería desaparecer de los envases para alimentos. El PVC contiene una serie de compuestos que cancerígenos que se han asociado a diferentes enfermedades.
Para finalizar esta lista no podemos dejar de mencionar el que se considera como el plástico más seguro de todos. El Polipropileno o PP, utilizado para envases de medicinas, jarabes, yogures, botellas de kétchup, etc. Lo cierto es que en seguridad alimentaria aún queda mucho recorrido hasta llegar a un packaging que asegure el 100% de ausencia de productos tóxicos. Todo un reto para la industria alimentaria en plena revolución 4.0.