A estas alturas no es nada nuevo que el gasto de plásticos en todo el mundo es un problema bastante grave. No sólo se está intentando reducir con diversas iniciativas por parte de los gobiernos y otras entidades, como el fin de las bolsas de plástico gratis en comercios en España. También se estudian distintos sistemas para poder reducirlo de manera significativa, y en última instancia, terminar con ella. Y aquí, la industria química juega un papel fundamental.

Este sector está poco a poco desmontando el lema de “usar y tirar” en lo que se refiere a los plásticos, para pasar a un modelo que promueva el reciclaje. Es decir, fabricar objetos con materiales plásticos, y no solo bolsas, con componentes reciclables. De esta manera se fomenta que cuando estos objetos hayan llegado al final de su vida útil en su primer uso, se puedan recoger, reutilizar y transformar en otros. Esto es, darles una segunda vida. Para ello tienen mucha importancia tanto la información a los ciudadanos como la tecnología.

La industria química, fundamental para un cambio de mentalidad

La industria química es uno de los pilares para un cambio de mentalidad no sólo entre el resto de la industria en este aspecto. También a nivel de usuario final. Los usuarios, en general, deben tener claro que pueden reciclar diversos tipos de plásticos. Y cómo pueden hacerlo. De esta manera, se conseguirá aumentar el nivel de plásticos dedicados a reciclaje. Y también la cantidad de plástico que se reutiliza. Porque a pesar de los esfuerzos realizados, sigue siendo relativamente baja.

La ampliación del conocimientos sobre el reciclaje, a lo que la industria química contribuye cada vez más a la subida de la cantidad de plásticos que se reciclan. Y podría desembocar en que el reciclado de plásticos se convierta de una vez por todas en una rama de esta industria, que se espera que genere varias decenas de millones de dólares de aquí a unos 10 o 12 años.

La tecnología, el espaldarazo definitivo para el reciclado de plásticos

En la actualidad hay sobre todo dos formatos bien diferenciados para el reciclado de plásticos. Son el mecánico y el químico. Todos han pasado por etapas en las que han experimentado problemas a causa de la recuperación de plásticos ya utilizados. Esto ha limitado su crecimiento. También ha rebajado el interés de otros sectores de la industria a la hora de desarrollar más programas de reciclado y de invertir en ello. Pero esta situación puede revertirse. Y para ello se necesita, además de más información, tecnología.

El reciclado mecánico procesa plástico usado hasta convertirlo en piezas de resina con la cadena de polímeros intacta. Este tipo de reciclado ha dado lugar a una industria viable. Pero tiene mucho margen de mejora. Por ejemplo, todavía se está trabajando en dar con un método y una tecnología que preserve la calidad y el rendimiento de las distintas resinas a través de las etapas de reciclado. Y que no se deteriore, como suele suceder.

En cuanto al reciclado químico, encargado de hacer pasar a los compuestos por un proceso químico que los descompone en sus monómeros, sólo es aplicable a algunos polímeros. En concreto, a los que pueden ser monomerizados de nuevo. Entre ellos, distintos tipos de poliéster y poliamida. El hecho de que sólo se pueda realizar este proceso con estos tipos de plástico deja mucho margen de mejora. La tecnología puede mejorarlo, con pruebas con distintos métodos de reutilizado y descomposición de compuestos plásticos.

El proceso de descomposición de compuestos plásticos implica la ruptura de cadenas de polímeros hasta obtener fracciones de hidrocarburos. Para ello se utilizan dos métodos: proceso termal y catalítico. Pero hay diversas tecnologías en fase de desarrollo que pueden mejorar tanto procesos como resultados.

Una de ellas es la pirólisis, quizá la que a más corto plazo puede ofrecer más potencial. Esto se debe a que puede llegar a permitir el proceso de diversas mezclas de residuos plásticos de baja calidad. Podría ser especialmente útil para el procesado de envases flexibles. Son una buena parte de los residuos plásticos en el mundo. Y los procesos de reciclado mecánico no los gestionan bien. Por lo tanto, la tecnología y sus avances son, junto con una mejora en la información al ciudadano sobre el reciclado, las dos principales bazas para mejorar el ratio de plástico que consigue reutilizarse.